En el año 2005, la familia Cusiné, propietaria de la bodega Gratavinum, decidió iniciar la elaboración de aceite de oliva con aceitunas de los árboles que disponía en sus propias fincas de Gratallops. Poco a poco también fueron comprando aceitunas de varios oleicultores de los pueblos vecinos para aumentar la producción. Su objetivo es elaborar un aceite de máxima calidad, muy suave y delicado al paladar.