Según documentos históricos, la Iglesia nueva del Masroig, dedicada a San Bartomeu, empezó a construirse el 1829, y en las primerías de los años 80 del siglo XIX se acabó casi del todo, quedando sólo por construir los dos campanarios. En el interior se conserva un interesante pavimento de antiguos tubots de barro en forma de cruz. 

Los lavaderos municipales, construidos en 1912 con la llegada de las aguas a la población, han sido restaurados recientemente.

Además de los atractivos nombrados, podréis visitar la Cooperativa Agrícola (consultar horarios y condiciones de visita en Contenidos relacionados).

Encima de un cerro a unos 200 metros sobre el nivel del mar, situado en el margen derecho del río Siurana, en una encrucijada de caminos que comunican el Priorat con la franja riberenca del Ebro y la tierras de poniente, se conservan los restos de un poblado protohistórico conocido como Puig Roig del Roget. Este yacimiento de 1200 m2 fue ocupado durante el final de la edad de bronce y principios de la edad de hierro (s.IX-VII aC). Hoy el Puig Roig es uno de los poblados más antiguos que hay en Catalunya del cual podemos ver la planta completa gracias a los trabajos de excavación iniciados en 1977 por un equipo de arqueólogos dirigidos por la Dra. Margarida Genera, los cuales han permitido el estudio de diferentes construcciones y de numerosos objetos dejados por sus habitantes, hoy depositados en el museo de Falset, Salvador Vilaseca de Reus y Nacional de Arqueologia de Tarragona. El puig está formado por materiales rojos del bundsandtstein, greses y conglomerados cuarsíferos que le han dado el nombre al lugar.

La Ermita de las Pinyeres es uno de los sitios de interés del pueblo. Situada al noroeste del Masroig y encima de un cerro, constituye un parque natural envuelta por bosques que ofrece una vista panorámica excelente tanto del Montsant y el río Siurana en el Priorat, cómo de los Puertos de Beceite y las Tierras del Ebro. Este lugar, situado cerca del yacimiento protohistórico del Puig Roig del Roget, fue ya habitado en tiempos prehistóricos, como lo demuestra el sílex encontrado en el entorno. Se han localizado restos de edificaciones románicas, como la primitiva iglesia, encima de la cual se alza la actual, que conserva alguna pared del interior. Antiguamente era la iglesia del pueblo de las Pinyeres, que quedó totalmente destruido y abandonado. La leyenda dice que un capitán se enamoró de una chica de las Pinyeres y que al ser rechazado por ella envenenó sus aguas, viéndose sus habitantes obligados a abandonar el municipio y refugiarse en el Masroig.

Si os gusta caminar, os recomendamos recorrer los antiguos caminos que unían el Masroig con Bellmunt y el Molar o conocer el patrimonio de piedra seca haciendo un agradable paseo por el itinerario de Las barracas del Camí Ral del Masroig a Falset. Éstos caminos han sido recientemente recuperados y estan totalmente señalizados.