PRADELL DE LA TEIXETA
El nombre de Pradell es, según el Institut d'Estudis Catalans, el diminutivo de prat, y Teixeta, bosque de tejos, hace referencia a la gran presencia de tejos en las sierras del alrededor. A pesar de ello, también hay quien defiende que Pradell proviene de parrell (piedra de yeso), ya que este mineral también abunda en la zona y en este terreno han funcionado diferentes yeserías. Pero más que por la avellana, por el tejo o por el yeso, actualmente Pradell de la Teixeta es conocido por su condición de pueblo eólico.
Las construcciones de piedra seca tienen un gran valor histórico y son un auténtico referente de identificación en muchos territorios donde predominan. En este sentido, han configurado a lo largo de los siglos unos paisajes agrícolas y ganaderos de gran valor dominados sobretodo por el olivo, la viña, el almendro y los cereales, plenamente adaptados a los suelos y al clima.
Los muros de piedra seca, por otro lado, además de formar bancales o delimitar parcelas, constituyen ricos ecosistemas para muchas especies animales (insectos e invertebrados, anfibios, reptiles y pequeños mamíferos y también algunas especies de aves que nidifican en ellos) y vegetales (helechos, líquenes y musgos).
A lo largo de la historia, muchas generaciones han extraído de los que acababan siendo campos de cultivo las piedras que impedían su labrada y el correcto crecimiento de las semillas. Estas piedras han servido para construir los márgenes de despedregar y los muros de piedra seca, que protegen y limitan los campos y, en algunos casos, también las propiedades.