La DOC Priorat

 

La DOC Priorat comprende, en buena medida, el territorio que constituía parte del antiguo Priorat de Scala Dei. Son tierras que forman una unidad geográfica caracterizada por una abrupta orografía, suelos de piedra de pizarra llamada llicorella y un clima extremado. Todo ello reúne unas condiciones inmejorables para el cultivo de la viña que supieron aprovechar los Cartujos cuando en el siglo XIl se establecieron al pie de la Sierra del Montsant. Una vez instalados empezaron a elaborar vinos tan excelentes que incluso estaban presentes en las mesas más nobles. La demanda creció y durante los siglos XVIII y XIX el Priorat se pobló completamente de viña.

Durante años las cualidades de los vinos del Priorat fueron utilizadas, sobretodo, para mejorar los grandes vinos europeos, sin embargo hoy día, la herencia de una viña antigua, formada básicamente por las variedades garnacha y cariñena, y la aplicación de conocimientos enológicos las hacen brillar con luz propia. Los vinos han conseguido prestigio internacional y son un referente en el mundo del vino.

 

Características

Zona de producción: Bellmunt del Priorat, Gratallops, el Loar, la Morera de Montsant y su agregado Scala Dei, Poboleda, Porrera, Torroja del Priorat, la Vilella Alta, la Vilella Baixa y la parte norte de los términos municipales de Falset y El Molar.

Superficie cultivada: 2.100 ha, aproximadamente.

Variedades tintas: garnacha tinta y cariñena son las predominantes. Además, podemos encontrar garnacha peluda, cabernet sauvigon, cabernet franc, merlot, syrah, tempranillo, picapoll tinta y pinot noir.

Variedades blancas: garnacha blanca, macabeo, pedro ximénez, chenin, moscatel de Alejandría, moscatel de grano menudo, pansal (“xarel·lo”), picapoll blanca y viognier.

Altitudes: desde 200 hasta 750 m.

Diversidad de suelos: substrato de llicorella (pizarra) de media o escasa profundidad y en menor proporción suelos medianamente calcáreos en la zona que rodea la Sierra del Montsant. La configuración del cultivo se caracteriza por pendientes que superan en muchos casos el 15% de desnivel y viñas viejas que superan el 60%.

Tipificación: son vinos de color intenso con aromas complejos de fruta madura y fondo mineral aportado por la llicorella. En boca son vinos con mucha personalidad, potentes, bien estructurados, tánicos y muy persistentes.

Viticultura heroica

La Denominación de Origen Cualificada Priorat abarca un pequeño territorio que no llega a las 20.000 ha, de las cuales solamente 1.600 han sido plantadas de viña. La orografía es muy accidentada, “cataclismática” en palabras del conocido escritor Josep Pla. Eso implica que el cultivo de la viña sea cosa complicada, exigente y muy costosa.

Las vides producen poco si se compara con otras zonas vinícolas. Pero, a cambio, ofrecen una uva excepcional que, en manos de sus apasionados viticultores, acaba convirtiéndose en unos vinos reconocidos en todas partes por su marcado carácter y su extraordinaria complejidad.

Una DO que seduce a todo el mundo

En la planta baja de algunas de las casas centenarias de la DOC Priorat pueden encontrarse viticultores y enólogos trabajando para elaborar unos pocos millares de botellas. El vino procede de cepas plantadas en tiempos en los que aún era pecado que las mujeres mostrasen los codos. Son botellas que viajarán a tiendas de Nueva York, de Zurich o de Ciudad del Cabo…

Cerca, nuevas bodegas y nuevas plantaciones confirman, día a día, la apuesta por este territorio. El Priorat no es una tierra fácil, no regala nada y, no obstante, ha conseguido seducir a un buen puñado de entusiastas enamorados de las uvas que dan los suelos de llicorella. La DOC Priorat bulle de bodegas, pequeñas todas ellas, y a pesar de las dificultades que comporta, un buen número de ellas están preparadas para recibir visitas y compartir aquello que más les gusta: la pasión por el vino y por el territorio que le da vida.